La maldad es lo más poderoso que existe. Por algo la mayoría de las veces suele arrasar con todo y todos...
No puedo creer que salgas a esas horas por ahí
¿Por qué no le avisas por ejemplo... A mí?Hay gente a la que seguro le interesasTanto tú como lo que encima llevasAsí que pon atención por dónde vayasSea el lugar que seaEste es un barrio de amenazadores y desalmadosPor lo que, por favorMantente el mayor tiempo que puedas a mi ladoCreo que ya tienes edad suficienteComo para comportarte asíNo voy a ser yo quién te digaLo que es bueno y malo para tiNo me gustaría pensar que, por menuda que seasMente de niña también poseas...Me asomo a la ventana y veo las gotas caerCayendo como mi razón, pensando siempre en tiMientras me tomo la temperaturaAl ver mi rostro palidecerCasi libre, como un pájaro en la mañana, puedes intentar serPero tus barreras siempre serán más duras y gruesasQue las de cualquier nublado amanecerCuando los perros afuera ladranLos pájaros revoloteanY acompañada de un disparo tras su ecoTan potente como secoLa fría brisa me avisa con penaDe la funesta y triste escena
Y me da un vuelco el corazónAlarmado por si, debido a unaDesconocida y extraña razónTú formas parte de tal acciónEl teléfono no para de sonar
Al portero no dejan de llamar¿Necesita aún más motivos mi cuerpoPara sobresaltar?Al portero, el cartero comercialAl teléfono, un vendedor insustancialNo me tengo por qué preocuparSólo ha sido algo rutinario, aunque casualY por la ventana, una vez más, me atrevo a mirarPensando que lo pasado, pasado esY sentido ninguno tendráPero, con un entremezclado gesto de sorpresaY completo pavorDescubro que, sobre el cementoY en mitad del horrorYace un hombre, a juzgar por la distanciaAlgo mayorEl cielo continúa con su llantoY las gotas, velozmente se van fusionandoCon la sangre del pobre hombreQue alguien, a bocajarroTerminó fríamente asesinandoLa escena continuóMi hija aparecióUn revólver, en el interior de su chaqueta se guardóY, con el fin de rebuscar entre las pertenencias del tipoÉsta se agachóY, de pronto, mi mirada con la suya se unióLa cabeza bajó y, seguidamente, lloróPobre de mí, algo terrible en mis adentros sentíA mi corazón algo pellizcóY tiempo para reponermeNo me dioPresos inocentes en el lugarPresas indefensas de la maldad
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