Huyendo del traqueteo del confuso pasado.
Parecía ser la horaSí, justamente ahoraTodo se mueve a mi alrededorY cerca de mí puedo visualizarUn oscuro corredorNo sé si será por mí o por el traqueteoPero demasiado bien no veoMe encuentro increíblemente mareadoEl norte y sur han cambiadoY, lo que es peor¡Las agujas de mi reloj se han parado!El ruido apenas me informaY mis ojos no aprecianNinguna definida formaMe siento, me giroY a mis oídos penetraUn inesperado sonido:“¡¿Qué le trae por aquíHombrecillo medio dormido?!”“¿Y usted qué pretendeDando semejante alarido?”Respondí enfurecido“No se asuste vecinoSolamente quieroConocer su destino”“No tengo destino algunoPienso que su interésEs más que anodino, señor inoportuno”“No se sulfure ni se piqueMire, le diré que mi ideaEs llegar hasta MozambiquePor cierto...¿Le apetece algo de Cacique?”“No, gracias. Contra el alcoholTengo puesto un gran dique”“Me da igual de qué forma me repliquePero, por favorAcepte como regalo este aplique”“¿Un penique?”“Es un botón y sirve para...Oye, creo queNo es necesario que se lo explique”“Bueno, señor...”“Melchor”“Melchor, debo marchar atentoCon ojo avizor”“De acuerdoConocerle ha sido para míTodo un honor”“Yo no comparto el mismo fervorPero tampoco creo queHaya sido un errorEn fin. Me voy, que ha entrado en míUn intenso ardor”Ahora bien sabíaDónde me encontrabaEsta madera que tanto crujíaCuando pisoteabaNo podía formar parte de otra cosaQue del tren de carga que me transportabaSalté del vagón sin pensarDe la misma forma que dejé atrásMi maldito, pero, al mismo tiempoExtrañamente añorado hogar
No hay comentarios:
Publicar un comentario