jueves, 5 de enero de 2012

15. Un Viaje Con Un Principio y Un Final, Para Bien o Para Mal



Esta es la historia de una breve larga historia...

Tenía ganas de una aventura bien elaborada
Nací rico, así que nada me preocupaba
Salí de mi mansión como si nada
No esperaba regresar pronto a mi morada

El cielo aquí era azul y más adelante gris parecía
No logro entender el por qué, pero los colores no mentían
Comencé el trayecto sin la menor preocupación
Pero los obstáculos que me esperaban llamaron mi atención

Un paso en falso y caes en un vado
Un paso hacia atrás y una espina de un rosal te clavarás
Y es que, si no vas con ojo
De poco te servirán
Unos buenos anteojos

Ves una charca tras un arbusto bien robusto
Te adelantas y fijas bien y la charca ya no es charca
Sino un montón de fango
Y, en él sumergida, una traicionada barca

Pobre del que se subió, ya que nada consiguió
Es más, el desgraciado, todo perdió
Se equivocó y se salió de su camino
Es una verdadera lástima, pero
En ocasiones a uno le falta atino

La senda continué y, a unos pocos metros frente a mí
Unos libros tirados encontré
Ciencias y artes
Sabiduría y conocimientos
Los verdaderos cimientos
Nadie lo dudaría
Entonces, ¿por qué, allí abandonados
Aquellos libros quedarían?

La duda, toda mi mente recorrería
Aunque muy poco tiempo duraría
Seguí paseando y me topé con un vagabundo
Que por allí se encontraba deambulando
“¿Unas moneditas para este pobre señor?”, me dijo
Mientras su mirada mostraba una gran falta de esplendor

Tenía el dinero y tiempo justos
Pero, viendo su gesto de disgusto
Me detuve y le di una cantidad
Suficiente para mi gusto
Total, era una cantidad
La cuál no me sería complicado recuperar

“Tómelo, señor
Guárdelo y utilícelo
Para una buena acción”
El hombre, de forma brusca
El dinero me arrebató
Y de cerca lo miró
“Es buen material, muchacho
Gente como tú es de agradecer que exista
Que tengas un buen viaje
Hasta la vista”

Y cuando ya me iba
Con el fin de continuar por la travesía
Escuché que algo más decía
“Sólo te digo que aprendas
Todo cuanto puedas, chaval
O, de lo contrario, las cosas
Te irán bastante mal”

Varios kilómetros más anduve
Y, de pronto, me detuve
Ese callejón no me gustaba
La gente, de él, precisamente bien no hablaba
Un ambiente tan inquietante como angustioso
Y, frente a mí, unas siluetas de contorno misterioso

“Danos todo lo que portes, o, si no
Que lo que mis colegas hagan contigo no te importe”
Me dijo uno de ellos de forma desafiante
Señalándome y con tono amenazante

Yo, nada temeroso
Respondí a ese impertinente odioso
“Mucho dinero necesitáis, pero veo
Que ropa de marca lleváis
No sois más que unos asquerosos
Sin pasado y con un futuro
Demasiado oscuro como para ser visto
Por vuestros turbios ojos
Y cerebro enormemente inmaduro
Tengo poco dinero y no os lo daré
Lo siento, pero cosas mejores tengo que hacer”

Unos cuantos minutos después
Del hospital y sin blanca salía
Y, mi cuerpo, aún ardía
“Malditos malnacidos”, decía
Pero ésto, de nada servía

Por primera vez viví lo que significaba
No tener dinero siempre a mi lado
Me sentía como un pollo sin plumas
Como un vagabundo completamente afeitado

¿Era solamente una tontería o
Realmente ésta idea de la salida
Algún sentido tendría?
Y comenzó a diluviar
La noche me había atrapado
Y todo pintaba fatal

Mi casa ya estaba demasiado lejos
Así que recogí varios plásticos y cartones
Y, bajo aquél puente estrecho
Me hice con ellos un pequeño techo
La oscuridad pasó sin apenas darme cuenta
Y los pájaros hicieron que me levantase
Y pusiese a caminar de vuelta

No recuerdo lo que soñé
Pero seguro que nada bueno fue
Aunque eso ahora poco importaba
Ya que más caminata me esperaba

El sendero retomé
Y, en la lejanía, algo vislumbré
Se trataba de una torre con una campana
La cuál todos querían que sonara
¡Claro, una iglesia!
Ni que tuviese amnesia...

Los novios, salían de ella felices
(Algo momentáneo o de años, eso ya no lo sé
Yo no soy uno de esos que predicen...)
Y las gentes, rosas les lanzaban
Y entre granos de arroz los ahogaban

Ya no me quedaba mucho para llegar a la estación
Por lo que algo de dinero necesitaría
Si partir de aquí este día
Era lo que verdaderamente quería

De repente recordé algo que siempre amé
Y con lo que siempre soñé
No era otra cosa que tocar la guitarra
Y cantar canciones con personas alrededor
Aplaudiendo mis creaciones con auténtico fervor

Pero debo reconocer que mi voz no sonaba
Como pienso que a la gente gustaba
Y, simple casualidad o no
Una cantarina muchacha se me acercó

“Hola, chiquilla de voz dulce
¿Cuál es esa canción que
Con tanta pasión difundes?”
“Es una canción inventada
En mi lejano pueblo
Por todos es admirada”
Me dijo apasionada

“¿Qué te parece si juntos creamos
A unos cuantos contentamos
Y, de paso, algo de dinero ganamos?”
“La idea me encanta
Sólo que... Una guitarra, por ejemplo,
Creo que nos falta”

Nunca sabía lo que mi viaje duraría
Por lo que mi guitarra, en casa
Ni loco se quedaría
Antes de salir, eso mismo pensé
Y de lleno acerté
La guitarra le mostré
Y a la chica, sonriente, abracé

En el centro de la plaza nos colocamos
Y varias historias cantamos
Muchos nos acompañaron
Y, a éstos, nuestras canciones animaron
Y es que fue algo totalmente imprevisible
La cantidad de monedas que a nuestros bolsillos llenaron
Nos pareció, sin lugar a dudas, increíble
“Gracias a todos
Por sus ánimos y bendición
Estamos seguros de que
Volveremos a cantarles en otra ocasión”

A la muchacha le maravilló
Y, encantada, me preguntó
“¿Hacia dónde te diriges
Querido amigo?”
Y yo la respondí, feliz
Al mismo tiempo que abatido
“Tengo ganas de salir de aquí
Deseo ver mundo y, ahora que lo pienso
Sería genial hacerlo junto a ti”
“Era justamente lo que te iba a decir
O sea que la respuesta ya tienes ahí”
Replicó la chica sin la menor dilación
Y con un tono en sus palabras cargado de amor

Una vez en la estación
Nuestros tickets pagaríamos
Y, seguidamente
En el vagón nos adentraríamos
Se trataba de un largo viaje, pero, al menos
Juntos y con buen equipaje, estaríamos

Pasamos buenos momentos
Hasta que el tiempo se paró
Un mal día, la cosa terminó
El corazón de mi querida amiga no aguantó
Y tirados, a ambos, nos dejó

Lloré al pensar que nunca la dije un “te quiero”
Ya que en el momento me pareció lo de menos
Siempre creí tener tiempo para ello
Pero ahora soy consciente de lo idiota que fui
Ahora he descubierto que las cosas no funcionan así

Los días se hacían eternos
Y las noches parecía que nunca acabaran
Tenerla en mi recuerdo no era suficiente
Y, mi imaginación, de llantos se llenaba
Y una escena hizo que, una vez más, llorara
Recordé a los novios saliendo de la iglesia
Pero, rápidamente, mi deseo se esfumó
Ella murió y mi sueño de la boda
Cuál perdiz, voló y me dejó

Llegó la hora de dejar atrás el dolor
El tren se paró en mi estación
Y la puerta se abrió
Bajé por la escalera y, mi menudo cuerpo
Totalmente paralizado quedó
Se trataba de un lugar de tierras áridas
Y completamente repleto de lápidas

Me fijé bien y sencillamente asombrado quedé
En una de las tumbas se encontraba mi nombre
Y, en la de al lado, el de la que pudo haber sido mi mujer
No podía ser. Esto no podía acontecer
De pronto, todo desapareció
Y, junto a mí, mi preciosa y bella compañera de viaje
Se me presentó y me saludó

Tan hermosa como en vida
¡Cualquiera lo diría!
Vistiendo un blanco traje de boda
Y haciendo un simpático gesto con su boca
Se acercó
Y a mi oído susurró
“Te quiero tanto o más que en vida
No te preocupes por lo que no me dijiste entonces
Y dímelo ahora, mente dolorida
Necesito escucharte y, así
Sanar mi entristecida alma herida”

Y yo la respondí, clavado en su enamorada mirada
“Te quiero, mi pequeña cantarina de piel rosada
Te quiero tanto en este mundo como a nada”

No hay comentarios:

Publicar un comentario