Diferentes intenciones y sensaciones mezcladas entre macabras confusiones y conclusiones.
El viento sopla afuera
Y las viejas lápidas crujen
Tras la ruinosa escalera
El cuervo vuela avivando las llamas
Del metálico interior de tu ligera armadura
Y tú, obviamente, y sin que te duela
Aprietas fuertemente tus desgastadas muelas
Te diriges hacia el hombre sonriente
Pero sus buenas intenciones te mienten
Al no permanecer constantemente pendiente
Y a su hogar te invita a pasar
Diciéndote, simplemente: “Entre, entre...”
¿Qué harás cuándo, al espanto
Cara a cara te enfrentes?
¿Qué sucedió para que visitar aquél lugar
Se le ocurriera a tu volátil mente?
El viento vuelve a soplar
Pero ahora parece hierro y no aire
El causante de tal tempestad
El cuál, de forma tan descarada
Te trata de avisar
Hubieras entregado todos tus bienes
Por aquél sitio jamás visitar
Pero parece que el destino
Te guardó un plato de mal gusto
Con el que te quiso alimentar
Los cuadros, sobre los siniestros murales
Parecen de auténtico terror gritar
Hasta el punto de sus marcos
Llegarse a descascarillar
Y sus pinturas, por huir de allí
No dudan de entre sus trazos
Sacar fuerzas para pelear
Hasta hacer a las paredes sangrar
Las puertas no paran de chirriar
Y la alfombra, sobre el pedregoso suelo
Se estira y te intenta atrapar
Y tú piensas: “No puede ser verdad
Todo esto no puede pasar...”
¿Qué harás ahora
Cuando tu ama de llaves no logre dar
Con la cerradura exacta
Para sacarte de allí?
¿Qué brillante plan idearás para escapar
Del tipo que te tendió la mano y tú, sin dudar
Tomaste todo el brazo nada más verle de su hogar
Tan elegantemente salir?
Me gustaría desearte la mejor de las suertes
Aunque igual no debiera
Y es que mucho me temo
Que no habrá tiempo ni para esto
Porque ya escucho a la silenciosa y macabra pala
Cavando detrás de la escalera...
Muy bueno. Me ha gustado mucho este, Romer. ;)
ResponderEliminarMe alegro. Muchas gracias, "Anónimo" jaja.
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