Ahora viene algo difícil de explicar. Extraño de principio a final.
Y es que se trata de una historia un tanto peculiar...
Toda historia tiene un comienzo y un final
Reconócelo, no seas un soñador carcamal
Esta historia es rara
Pero no por ello mala
Se trata de acabar en el principio
Y empezar por el mañana
Es un “sinsentido” sin lógica alguna
Para el que no es necesario el uso de la cordura
Ni que tu cabeza sea nada madura
Te la cuento al revés
Porque así, como la aprendí, es
Me la contaron en alemán
Y la aprendí en Vietnam
Ésto no le quita veracidad
Se trata de la pura realidad
Escúchame con atención
Pues no haré ninguna repetición
“Érase una vez un hombre mayor
En mitad de una gran desolación
Su mujer había fallecido
Sin la menor dilación
Fue una enorme desesperación
El hombre voló y vio, desde las alturas
Como su mujer, en vida siempre testaruda
Permanecía inmóvil cerca de su cuerpo
Y no quería ascender con el viento
Él no se lo podía explicar
Pero llegó a pasar
De repente, y de forma trascendente
Este hombre regresó
Y, sin ser creyente
Junto a su mujer
Y en su hogar, apareció
Todo parecía volver a la normalidad
Un simple sueño
¡Menuda obviedad!
Lo curioso es que
Con gesto temeroso
Y viendo cómo el pelo les iba creciendo
Gritaron estremecidos
“¿Qué nos está ocurriendo?”
El pelo les crecía
Las arrugas poco a poco desaparecían
Y, en pocos segundos más
Sus mentes se agilizarían
Su dentadura postiza
Fue reemplazada por un chupete
Y su bebida preferida
Pasó a ser la leche
“¿Qué diablos está sucediendo?
¡Estamos decreciendo!”
Poco más puedo añadir
Os lo tenía que contar
No lo podía evadir
¿Demasiados medicamentos aquél día?
Eso es algo que ni ellos mismos sabrían...
Bonita historia, Romer. El dibujo es impresionante, una verdadera obra de arte. Deberías presentarlas todas en una exposición, de verdad.
ResponderEliminarVaya, tío. Me alegro de que te gusten tanto.
EliminarY sí, algún día haré algo más "serio" con ellas...