jueves, 22 de diciembre de 2011

4. El Oscuro Mercado de “Las Doce”





Esta vez os quiero contar la historia de un pequeño con gran curiosidad.
Un muchacho valiente y de inexistente ingenuidad.

No mires tras el mostrador
No vaya a ser que te encuentres
Con aquél loco trovador

Mi madrina me contó que ayer lo visitó
Que todo son murmullos en el callejón “Las Doce”
Por eso no aguantó
Y se fue pronto anoche

Una vez estás allí
El ambiente cambia
La gente es extraña
Los pájaros apenas cantan

Si me preguntan por qué lo hice
Responderé sin dudar un solo segundo
“Soy curioso por naturaleza
Y necesito ver mundo
Me gusta descubrir
Y así mi mente abrir”

Siempre me advierten
De forma persistente
Y sin importar la hora que sea
“Chico, cuidado con acercarte por allí
No vaya a ser que veas lo que no quieras”

Y yo replico con tono desafiante
Y aires de “pequeño Morfeo”
“Prefiero ver lo no querido
A no ver lo que deseo”

Cuando doy una vuelta por la zona
Algunos la abandonan
Y en el fondo se avergüenzan
Ya que el pasado no perdona 

Debe ser que piensan que soy
Demasiado pequeño para ver prostitución
Y grandes dosis de drogadicción
En pleno callejón
Con el sol apuntando hacia la situación...

Una simple, aunque sucia acción
Allí puede convertirse en
Toda una provocación
Y es que se trata de un lugar tabú
No lo dudes tú

A las doce de la mañana abre
Y a las doce de la mañana siguiente cierra
El mercado que a muchos entierra

Mañana volveré a ir
Esperando ver más espectáculo
Con el que quedarme ojiplático
Ya que en mi casa me aburro
Y me siento algo apático
Por lo que salir un rato
Será como algo casi mágico

Y, de nuevo, me dirigiré al mercado de “Las Doce”
Por el que la gente que ronda termina fatal
Y no regresa a casa hasta bien pasada la medianoche

No hay comentarios:

Publicar un comentario